LETANÍA DE LA CONFIANZA
- De la creencia de que tengo que ganar Tu amor...
- Del miedo a no ser digno de ser amado...
- De la falsa seguridad de pensar que soy autosuficiente...
- Del miedo de que confiar en ti me dejará en la miseria...
- De toda sospecha de Tus palabras y promesas...
- De la rebeldía contra depender de Ti como un niño...
- De las negaciones y las reticencias a aceptar Tu voluntad...
- De la ansiedad por el futuro... Líbrame, Jesús.
- Del resentimiento o la excesiva preocupación por el pasado...
- Del incansable egoísmo en el momento presente...
- De la incredulidad en Tu amor y presencia... .
- Del miedo a ser pedido dar más de lo que tengo... .
- De la creencia de que mi vida no tiene sentido o valor...
- Del miedo a lo que el amor demanda... Líbrame, Jesús.
- Del desánimo... Líbrame, Jesús.Líbrame Jesús- Que Tú estás continuamente sosteniéndome, apoyándome, amándome...
- Que Tu amor va más allá de mis pecados y mis defectos, y me transforma...
- Que no saber lo que el mañana traerá es una invitación a apoyarse en Ti...
- Que Tú estás conmigo en mi sufrimiento...
- Que mi sufrimiento, unido al Tuyo, dará fruto en esta vida y en la siguiente...
- Que no me dejarás huérfano, que Tú estás presente en Tu Iglesia...
- Que Tu plan es mejor que cualquier otra cosa...
- Que Tú siempre me escuchas, y en Tu bondad siempre me respondes...
- Que Tú me das la gracia para aceptar el perdón y para perdonar a los demás...
- Que Tú me das toda la fuerza que necesito para lo que se me ha pedido...
- Que mi vida es un regalo...
- Que Tú me enseñarás a confiar en Ti...
- Que Tú eres mi Señor y mi Dios...
- Que yo soy Tu amado...
ORANDO NOS
ENCONTRAMOS
-
Porque tú, Señor, enciende mi lámpara; Dios mío, ilumina mis tinieblas. Porque en ti seré librado de la tentación; y en mi Dios pasaré el muro. Dios mío, su camino está sin mancha; las palabras del Señor probadas por el fuego: él es el protector de todos los que en él confían.
-
Ven, Espíritu Santo, iluminan mi mente para que pueda ver claramente todos mis pecados. No sea yo engañado por el amor propio, muéstrame el verdadero estado de mi conciencia. Mueve mi voluntad al dolor sincero; ayúdame a hacer una buena confesión. Santa Madre de Dios, ruegan por mí para que pueda enmendarme.
-
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.Autor: Charles de Foucauld